Seleccionar página

Ondas de choque en podología: cómo funciona este tratamiento y para qué patologías está indicado

Abr 18, 2025 | Podología

Ondas de choque (

¿Llevas semanas —o incluso meses— con dolor en el talón, en la planta del pie o en el tendón de Aquiles? ¿Has probado de todo y nada termina de funcionar? Si te suena esto, no estás solo. La fascitis plantar, el espolón calcáneo o las tendinitis son patologías muy comunes en podología… y también de las más frustrantes cuando no responden a los tratamientos de siempre.

Por suerte, hoy en día contamos con soluciones más avanzadas y eficaces. Una de ellas son las ondas de choque, un tratamiento cada vez más utilizado en podología por su capacidad para aliviar el dolor y acelerar la recuperación de forma no invasiva.

En este artículo te explicamos en qué consiste exactamente el tratamiento con ondas de choque, cómo actúa sobre las lesiones del pie, qué patologías se pueden tratar con él, y por qué puede ser una opción muy interesante si llevas tiempo arrastrando molestias que no terminan de mejorar.

¿Qué son las ondas de choque?

Las ondas de choque suenan a algo raro, lo sé. Incluso puede que el nombre imponga un poco. Pero no tiene nada que ver con descargas ni cosas raras. Nada de eso. En realidad, hablamos de un tratamiento que utiliza pequeñas ondas de presión (una especie de vibración muy controlada) que se aplican en zonas donde hay una lesión o una inflamación que no termina de curarse.

Se empezó a usar hace tiempo en medicina, sobre todo en lesiones deportivas o en casos complicados donde otros tratamientos no funcionaban. Y con los años se ha incorporado también a la podología, con muy buenos resultados.

En consulta lo usamos, por ejemplo, para tratar cosas como la fascitis plantar, el espolón calcáneo o tendinitis que se han vuelto crónicas. Lo bueno es que no hace falta operar, ni pinchar, ni dejar de hacer vida normal. Es una terapia rápida, bien tolerada, y que ayuda al cuerpo a activar su propio mecanismo de curación.

Hay dos tipos: unas más superficiales, que se usan para zonas más amplias; y otras más profundas, que van directo al foco del dolor. Dependiendo del caso, usamos una, la otra… o ambas.

Así dicho, suena bastante más claro, ¿no?

¿Cómo actúan en el cuerpo?

Una de las cosas que más sorprende a quienes prueban las ondas de choque es que, aunque parece un tratamiento muy sencillo, los efectos que tiene en el cuerpo son bastante potentes.

Lo que hacen estas ondas, al aplicarse sobre la zona afectada, es activar la creación de nuevos vasos sanguíneos y liberar factores de crecimiento. Es como si avisaran al cuerpo de que “aquí hay algo que arreglar” y pusieran en marcha todos los mecanismos para reparar ese tejido dañado.

También tienen la capacidad de romper pequeñas calcificaciones o depósitos que a veces se forman con el tiempo, sobre todo en zonas donde ha habido mucho desgaste o inflamación. No hablamos de romper huesos, claro, sino de microacumulaciones que dificultan la curación natural. Esto es especialmente útil en casos como el espolón calcáneo, por ejemplo.

Otro efecto importante es que tienen un efecto analgésico. No es inmediato, pero tras unas sesiones, el dolor empieza a bajar. Y lo hace sin necesidad de medicación. Simplemente porque se reduce la inflamación y el cuerpo empieza a recuperarse mejor.

Y por último, y no menos importante, las ondas de choque estimulan la regeneración del tejido. Es decir, ayudan a que la zona lesionada se recupere más rápido y de forma más sólida.

No se trata de “masajear” el pie ni de aplicar algo para calmar momentáneamente. Es una forma de decirle al cuerpo “ponte las pilas aquí”, y eso es justo lo que hace.

Ventajas del tratamiento con ondas de choque

Una de las cosas que más valoran los pacientes que prueban las ondas de choque es que, a diferencia de otros tratamientos, no exige parar tu vida ni pasar por quirófano. Es cómodo, progresivo y muy efectivo si se aplica bien.

Además, se puede combinar con otras terapias sin problema: plantillas personalizadas, fisioterapia, ejercicios… Y eso hace que el resultado sea aún mejor.

Para que lo veas claro, aquí te dejo una comparativa sencilla con otras opciones habituales en podología:

Tabla comparativa ondas de choque

Si tienes una lesión del pie que se resiste y no quieres pasar por quirófano ni depender de medicación, el tratamiento con ondas de choque es una opción segura, cómoda y con resultados probados, sobre todo en patologías crónicas.

¿Qué patologías se pueden tratar?

Las ondas de choque se utilizan en podología para tratar lesiones que, por lo general, no han respondido bien a otros tratamientos más tradicionales. Son especialmente efectivas cuando el dolor se ha vuelto crónico y empieza a afectar al día a día. Estas son las patologías más comunes en las que se aplica esta técnica:

Fascitis plantar

Es, sin duda, una de las más frecuentes. Se trata de una inflamación de la fascia plantar, una banda de tejido que recorre la planta del pie. El dolor suele aparecer en la zona del talón, sobre todo al levantarse por la mañana o después de estar un rato sentado. Las ondas de choque ayudan a desinflamar, mejorar la circulación y favorecer la curación natural del tejido, sobre todo cuando el tratamiento convencional ya no funciona.

Espolón calcáneo

Aunque el espolón es una calcificación del hueso, el dolor muchas veces no lo provoca el hueso en sí, sino la inflamación que lo rodea. Las ondas de choque pueden reducir esa inflamación e incluso, en algunos casos, disminuir parcialmente la calcificación, lo que alivia considerablemente las molestias.

Tendinitis aquílea

El tendón de Aquiles sufre mucho con el sobreuso, sobre todo en deportistas o personas que pasan muchas horas de pie. Cuando se inflama y el dolor persiste, las ondas de choque ayudan a regenerar el tendón dañado y reducir el dolor de forma progresiva y natural.

Tendinitis tibial posterior

Menos conocida, pero igual de molesta. Aparece como un dolor en la parte interna del tobillo, que a veces se extiende hacia el arco del pie. Es frecuente en personas con pies planos. Las ondas estimulan la recuperación del tendón y ayudan a devolver fuerza y funcionalidad a la zona.

Metatarsalgia

Ese dolor punzante en la base de los dedos, muy habitual en personas que caminan mucho, usan calzado estrecho o tienen algún desequilibrio en la pisada. Las ondas de choque actúan sobre los tejidos inflamados, reduciendo la molestia sin necesidad de parar tu ritmo de vida.

Síndrome del nervio de Baxter

Se trata de una compresión nerviosa que provoca un dolor muy similar al de la fascitis plantar, pero que no mejora con los tratamientos clásicos. En estos casos, las ondas de choque pueden liberar la presión sobre el nervio, reducir la inflamación y mejorar el confort al caminar.

Otras patologías inflamatorias

Además de las anteriores, también se utiliza en casos de bursitis, sobrecargas musculares persistentes o incluso lesiones antiguas que no han curado bien. Siempre, claro está, bajo valoración previa por parte del podólogo.

¿Cómo es una sesión? 

Una sesión de tratamiento con ondas de choque es mucho más sencilla de lo que parece. No hay quirófano, no hay agujas, y no hay que hacer nada especial antes o después. Es un procedimiento rápido, seguro y que se hace directamente en la consulta.

Lo primero es localizar bien la zona afectada. A veces el dolor está muy localizado, y otras veces se irradia, así que el podólogo palpa y comprueba con precisión dónde hay que aplicar la onda.

La sesión en sí dura entre 10 y 20 minutos, dependiendo del tipo de lesión y de la zona a tratar. El profesional aplica un gel conductor en la piel y, con un cabezal especial, va enviando las ondas de choque justo donde se necesita.

¿Y qué se siente? La mayoría de personas describe la sensación como una especie de golpecitos rítmicos. Puede resultar un poco molesto en zonas muy inflamadas, pero no es doloroso, y desde luego no hace falta anestesia ni nada por el estilo. Si en algún momento se hace incómodo, se ajusta la intensidad y listo.

En la mayoría de los casos, se necesitan entre 4 y 6 sesiones, espaciadas una vez por semana o cada diez días, según lo que valore el podólogo. Es un tratamiento progresivo, es decir, el cuerpo necesita un tiempo para activar su respuesta y empezar a mejorar.

Lo bueno es que puedes hacer vida completamente normal después de cada sesión. Nada de reposo ni bajas ni restricciones. Te vas caminando tal cual entraste… y poco a poco vas notando la diferencia.

¿Cuándo necesitas ondas de choque?

Las ondas de choque no son el primer paso en todos los tratamientos podológicos, pero sí una de las mejores opciones cuando el problema se resiste o ha pasado a ser algo más que una simple molestia puntual.

Suelen estar especialmente indicadas en los siguientes casos:

Cuando otros tratamientos no han funcionado

Si ya has probado reposo, antiinflamatorios, fisioterapia o incluso plantillas y el dolor sigue ahí, las ondas de choque pueden ser ese “empujón” que tu cuerpo necesita para salir del bucle. No sustituyen a lo anterior, pero sí actúan sobre lesiones que no terminan de curarse.

En casos crónicos

Hay patologías del pie que se enquistan. Dolor en el talón desde hace meses, una tendinitis que va y viene, una zona que se inflama con cualquier esfuerzo… Cuando el problema ya es crónico, este tratamiento ayuda a reactivar el proceso natural de curación que el cuerpo ha “bloqueado”.

Como alternativa a la cirugía

No todo el mundo quiere (ni necesita) operarse. En muchos casos, las ondas de choque permiten evitar una intervención que implica más tiempo de recuperación, más riesgos y más cambios en tu rutina. Si se aplican bien y a tiempo, pueden ser una solución eficaz sin pasar por quirófano.

Como complemento al tratamiento con plantillas

En podología, el tratamiento casi siempre es multifocal. Por ejemplo: las plantillas personalizadas corrigen la pisada y reparten bien las cargas, pero si hay una inflamación ya instaurada, las ondas ayudan a reducirla más rápido. Juntos, ambos tratamientos se potencian.

Ondas de choque

Ondas de choque en Institut Mèdic DaVinci: ¿por qué elegirnos?

En Institut Mèdic DaVinci, contamos con podólogos especializados en lesiones crónicas del pie y en el uso profesional de esta tecnología. Aquí no vas a encontrar un “tratamiento estándar”, sino una valoración real de tu caso, hecha por alguien que entiende cómo funciona tu cuerpo, tu pisada y tu dolor.

Usamos equipos de última generación, ajustables en intensidad y frecuencia, que nos permiten adaptar cada sesión según lo que necesita tu lesión en cada momento. Y eso, aunque parezca un detalle técnico, marca la diferencia en los resultados.

Además, aquí no trabajamos con soluciones aisladas. Si necesitas plantillas personalizadas, ejercicios, fisioterapia o cualquier otro apoyo complementario, lo integramos todo en un plan de tratamiento individualizado. Porque al final, no se trata solo de quitar el dolor, sino de evitar que vuelva.

Y lo más importante: te explicamos todo con claridad. Sin tecnicismos, sin promesas vacías. Solo lo que funciona, cómo lo aplicamos y qué puedes esperar paso a paso.

Así que, si estás buscando un sitio serio, profesional y con trato cercano, donde hacer un tratamiento con ondas de choque de forma segura y eficaz, estamos para ayudarte.

Resultados esperados

Las ondas de choque no son el primer paso en todos los tratamientos podológicos, pero sí una de las mejores opciones cuando el problema se resiste o ha pasado a ser algo más que una simple molestia puntual.

Suelen estar especialmente indicadas en los siguientes casos:

Cuando otros tratamientos no han funcionado

Si ya has probado reposo, antiinflamatorios, fisioterapia o incluso plantillas y el dolor sigue ahí, las ondas de choque pueden ser ese “empujón” que tu cuerpo necesita para salir del bucle. No sustituyen a lo anterior, pero sí actúan sobre lesiones que no terminan de curarse.

En casos crónicos

Hay patologías del pie que se enquistan. Dolor en el talón desde hace meses, una tendinitis que va y viene, una zona que se inflama con cualquier esfuerzo… Cuando el problema ya es crónico, este tratamiento ayuda a reactivar el proceso natural de curación que el cuerpo ha “bloqueado”.

Como alternativa a la cirugía

No todo el mundo quiere (ni necesita) operarse. En muchos casos, las ondas de choque permiten evitar una intervención que implica más tiempo de recuperación, más riesgos y más cambios en tu rutina. Si se aplican bien y a tiempo, pueden ser una solución eficaz sin pasar por quirófano.

Como complemento al tratamiento con plantillas

En podología, el tratamiento casi siempre es multifocal. Por ejemplo: las plantillas personalizadas corrigen la pisada y reparten bien las cargas, pero si hay una inflamación ya instaurada, las ondas ayudan a reducirla más rápido. Juntos, ambos tratamientos se potencian.

Contraindicaciones

Aunque el tratamiento con ondas de choque es muy seguro y se utiliza cada vez más en podología, no siempre es recomendable para todo el mundo. Como todo, tiene sus límites, y es importante saber en qué casos no se debe aplicar.

Hay que tener cuidado si tienes problemas de coagulación o estás tomando anticoagulantes. Las ondas pueden provocar algún pequeño hematoma en la zona tratada, y si tu sangre tarda más en coagular, podría ser un problema. En esos casos, lo valoramos bien antes de empezar.

Si tienes una infección activa en el pie (una herida abierta, una zona inflamada o enrojecida que no está bien), hay que esperar a que se cure. No tiene sentido estimular una zona que ya está peleando contra una infección.

Por último, si has tenido una fractura reciente o estás en plena recuperación ósea, tampoco sería buena idea aplicar ondas de choque justo ahí. El hueso necesita tiempo y tranquilidad para consolidarse.

Así que no, no es un tratamiento que se haga “a lo loco”. Siempre hay una valoración previa, porque lo que buscamos es ayudarte a mejorar, no arriesgar nada. Y si hay algo que nos hace pensar que no es el momento, te lo diremos con total claridad y te ofreceremos otras opciones.

Preguntas frecuentes

¿Duele el tratamiento con ondas de choque?

No, no es francamente doloroso, aunque en algunas zonas sensibles o inflamadas puede notarse la molestia. La sensación suele describirse como una especie de golpecitos rápidos en la piel. Nada que no se pueda aguantar. Y si llega a incomodar, siempre se puede ajustar la intensidad.

¿Cuántas sesiones necesito?

Lo habitual son entre cuatro y seis sesiones, con una frecuencia semanal o quincenal, dependiendo del tipo de lesión y de cómo responda tu cuerpo. En algunos casos puntuales puede bastar con menos, y en otros se alarga un poco más, pero siempre se adapta a lo que tú necesites.

¿Cuándo empiezo a notar mejora?

Algunas personas notan alivio desde la primera sesión, aunque lo más común es empezar a notar cambios reales a partir de la tercera. Es un tratamiento progresivo, que estimula la curación natural, así que no esperes un “clic” inmediato, pero sí una mejora sostenida.

¿Puedo hacer vida normal después de cada sesión?

Sí, sin problema. No necesitas reposo ni cambiar tu rutina diaria. Puedes seguir con tu día como siempre, simplemente evitando actividades que sobrecarguen demasiado la zona tratada justo después de la sesión.

¿Es compatible con otros tratamientos?

Por supuesto. De hecho, suele dar mejores resultados cuando se combina con plantillas personalizadas, fisioterapia o ejercicios específicos. No es una solución aislada, sino parte de un tratamiento más completo y personalizado.

Conclusión

Las dolencias en los pies pueden convertirse en algo muy limitante si no se tratan bien. La buena noticia es que muchas de ellas, incluso cuando son crónicas o llevan tiempo dando guerra, tienen solución sin necesidad de cirugía ni tratamientos agresivos.

El tratamiento con ondas de choque es una herramienta eficaz, segura y con resultados comprobados en podología. Ya sea fascitis plantar, espolón calcáneo, tendinitis o metatarsalgia, esta técnica permite reducir el dolor, mejorar la movilidad y, sobre todo, activar la recuperación del tejido de forma natural.

Y si buscas un lugar donde hacerlo con todas las garantías, Institut Mèdic DaVinci ofrece un enfoque completo, con diagnóstico personalizado, profesionales especializados y tecnología de última generación.

¿Tienes dolor que no termina de irse?
No lo dejes pasar.

Reserva tu consulta en Institut Mèdic DaVinci y descubre si las ondas de choque pueden ayudarte a recuperar tu bienestar, sin quirófanos, sin medicación, y sin tener que renunciar a tu ritmo de vida.

1
Escanea el código
Teléfono Pide cita